Una parte esencial en la materia fue el acercamiento
a la literatura hispanoamericana. Cuando escribo trato de describir lo
necesario. Los adjetivos me parecen tan eficaces (y trato de no abusar de
ellos).
No encuentro similitud con ninguno de los autores
vistos en el blog, en cuanto al primer cuento. Respecto al segundo (Las cuatro estaciones) podría compararlo
con algunos aspectos del cuento de Alejo Carpentier Los fugitivos. En el inicio de ambos cuentos hay una expectación
sobre lo que sucedió antes. La descripción de los lugares (muy única en Carpentier)
fue algo que me gusto y me inspiro para crear este cuento. Me gusta mucho el
bosque y los arboles, por lo cual decidí utilizarlos en mi narración. La añoranza
del protagonista, quien describe en sus días dorados de infancia y juventud, la
alegría y paz que gozaba contrastándolo con su desoladora realidad. El uso de
adjetivos para darle un cierto ritmo y musicalidad me recuerdan a El sátiro sordo.
Después de volver a leer Los fugitivos fue de mi total agrado. Sin embargo, mis lecturas favoritas
fueron El lado obscuro del corazón,
Bienvenido, Bob, El rinoceronte y Elotro. Estos despertaron aun más mi interés por la literatura
hispanoamericana, además de que me han servido (junto con los temas de la clase)
para pulir mi lenguaje. Acerca de Roderer,
una novela inolvidable.
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