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08 febrero 2013
El rinoceronte de Juan José Arreola
Durante diez años luché con un rinoceronte; soy la esposa divorciada del juez McBride.
Joshua McBride me poseyó durante diez años con imperioso egoísmo. Conocí sus arrebatos de furor, su ternura momentánea, y en las altas horas de la noche, su lujuria insistente y ceremoniosa.
Renuncié al amor antes de saber lo que era, porque Joshua me demostró con alegatos judiciales que el amor sólo es un cuento que sirve para entretener a las criadas. Me ofreció en cambio su protección de hombre respetable. La protección de un hombre respetable es, según Joshua, la máxima ambición de toda mujer.
Diez años luché cuerpo a cuerpo con el rinoceronte, y mi único triunfo consistió en arrastrarlo al divorcio.
Joshua McBride se ha casado de nuevo, pero esta vez se equivocó en la elección. Buscando otra Elinor, fue a dar con la horma de su zapato. Pamela es romántica y dulce, pero sabe el secreto que ayuda a vencer a los rinocerontes. Joshua McBride ataca de frente, pero no puede volverse con rapidez. Cuando alguien se coloca de pronto a su espalda, tiene que girar en redondo para volver a atacar. Pamela lo ha cogido de la cola, y no lo suelta, y lo zarandea. De tanto girar en redondo, el juez comienza a dar muestras de fatiga, cede y se ablanda. Se ha vuelto más lento y opaco en sus furores; sus prédicas pierden veracidad, como en labios de un actor desconcentrado. Su cólera no sale ya a la superficie. Es como un volcán subterráneo, con Pamela sentada encima, sonriente. Con Joshua, yo naufragaba en el mar; Pamela flota como un barquito de papel en una palangana. Es hija de un pastor prudente y vegetariano que le enseñó la manera de lograr que los tigres se vuelvan también vegetarianos y prudentes.
Hace poco vi a Joshua en la iglesia, oyendo devotamente los oficios dominicales. Está como enjuto y comprimido. Tal parece que Pamela, con sus dos manos frágiles, ha estado reduciendo su volumen y le ha ido doblando el espinazo. Su palidez de vegetariano le da un suave aspecto de enfermo.
Las personas que visitan a los McBride me cuentan cosas sorprendentes. Hablan de unas comidas incomprensibles, de almuerzos y cenas sin rosbif; me describen a Joshua devorando enormes fuentes de ensalada. Naturalmente, de tales alimentos no puede extraer las calorías que daban auge a sus antiguas cóleras. Sus platos favoritos han sido metódicamente alterados o suprimidos por implacables y adustas cocineras. El patagrás y el gorgonzola no envuelven ya el roble ahumado del comedor en su untuosa pestilencia. Han sido remplazados por insípidas cremas y quesos inodoros que Joshua come en silencio, como un niño castigado. Pamela, siempre amable y sonriente, apaga el habano de Joshua a la mitad, raciona el tabaco de su pipa y restringe su whisky.
Esto es lo que me cuentan. Me place imaginarlos a los dos solos, cenando en la mesa angosta y larga, bajo la luz fría de los candelabros. Vigilado por la sabia Pamela, Joshua el glotón absorbe colérico sus livianos manjares. Pero sobre todo, me gusta imaginar al rinoceronte en pantuflas, con el gran cuerpo informe bajo la bata, llamando en las altas horas de la noche, tímido y persistente, ante una puerta obstinada.
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Primero que nada, el cuento me gustó. Creo que es interesante la forma en que el autor hace las comparaciones con animales para describir a sus personajes. El lograr transmitir cómo una persona puee llegar a cambiar a otra en un escrito tan corto me parece genial.
ResponderEliminarEl micro relato es un subgénero que en lo personal disfruto, y Juan José Arreola logra trasmitir una narración con un carga metafórica interesante, así como una problemática actual bien manejada. El lenguaje es fluido, el mensaje es claro y directo.
ResponderEliminarPrimeramente, Arreola es uno de mis autores preferidos.
ResponderEliminarLa esposa divorciada del juez Elinor, es el narrador que cuenta su historia. En este cuento el tiempo se me hizo importante, observe la utilización de verbos en distinto tiempos como pretérito, copretérito, presente, etc., por ejemplo era ,naufragaba en el mar, quedaban, luché, renuncié, consistió, etc. Me encanto la relación que hace entre Joshua y el rinoceronte, que los dos atacan por enfrente. La voz que relata utiliza un lenguaje directo y utiliza un lenguaje figurado. Eso me recuerda al poder de una mujer para poder cambiar a un hombre.
Me llama la atención que cuando el cuento empieza todo ya había pasado, esos diez años de un mal matrimonio, y como el rinoceronte que era el hombre dominante en el pasado en el presente se convierte en el dominado, en lo personal este cuento me agrado.
ResponderEliminarEl cuento me gustó bastante, es sencillo de leer y el mensaje es muy fácil de captar, bastante corto, me gusta la manera en que compara a las personas con animales, en general es muy buen cuento.
ResponderEliminarEl cuento me gustó, el enunciado inicial te atrapa queriendo saber más acerca de la situación de la narradora. La carga metafórica es grande, fue fácil de leer y entender debido a su brevedad y es interesante la forma en que plantea la situación de la esposa actual y como ella sabe el secreto para vencer a los rinocerontes. En lo personal me pareció un muy buen cuento.
ResponderEliminares curiosa la comparación del que la mujer hace de su ex marido con un rinoceronte, mas en la parte cuando menciono lo del alimento, que se hace vegetariano recordand que el rinoceronte es un animal herbívoro, supongo que se identifica con el hecho de como este hombre ha sido domado.
ResponderEliminarEl cuento ha sido sencillo y muy agradable. La comparación de su ex esposo con un rinoceronte (y cómo lo va transformando su nueva mujer) me ha llamado la atención. Me gusta que, pese a su brevedad, hace uso de los elementos necesarios para un cuento. El final me ha encantado, supongo que para este punto de la narración uno como lector también se imagina a los dos solos en aquella mesa angosta y larga, como si se tratase de alguien a quien conociese y lo hubieran transformado.
ResponderEliminarEste cuento realmente me gustó, el lenguaje, la narración lineal tan fluida, imposible perderse, fácil de digerir, un cuento sin duda pacifico. Me encanta como el autor habla de la influencia de una mujer hacia un hombre, al grado de convertirlo a un modo de vida totalmente diferente.
ResponderEliminarMe gusta el lenguaje simple utilizado. Hasta siento la historia sarcástica. Disfrute del final, la vida se encargó de darle un buen final a un hombre tan "imponente".
ResponderEliminarHasta ahora este ha sido mi cuento favorito, apesar de ser uno de los mas cortos creo que es un cuento cargado de tanto sentimiento y por un momento sientes como Juan jose Arreola logra comprender a la mujer.
ResponderEliminarSiendo honesta, este fue el primer cuento que puedo decir que me ha gustado [de todos los anteriores]. Claramente se puede ver instantáneamente el estilo del autor tan marcado y especifico. No sé si sea algo muy apropiado, pero puedo percibir a México en este cuento. Siento una gran similitud con la narrativa de Vargas Llosa (lo que seguramente se debe a la nacionalidad y época de ambos). Mientras que adentrándose en la historia: hay una trama que no es totalmente ajena a la actualidad. Esa comparación que se hace con un rinoceronte (un animal fuerte y dominante) y el juez, me parece muy visual; pude llegar a imaginarme, literalmente, a un rinoceronte con pijama tratando de dominar a esa mujer débil que ahora narra su pasado de hace 10 años.
ResponderEliminarSentí el tratamiento de la justicia cuando se habla de la nueva esposa del juez, esa mujer dulce y encantadora que no permite que ese hombre con un pasado donde tenía el control total en la relación, la maneje y controle de acuerdo a sus cambios de humor, sino que ahora, el juez tiene que esperar afuera de una puerta a la respuesta de esa vegetariana que lo cambió por completo.
El cuento me gusto, su tono un tanto de ironía, la explicación de la condición humana a través de los atributos animales me pareció sumamente divertido e interesante. El autor teje los recursos literarios de una manera muy casual que resulta en una amena lectura de sensación familiar.
ResponderEliminarEl cuento es de fácil lectura, el lenguaje es sencillo y el tema a tratar es muy irónico, me remite a una pareja de actualidad, el típico hombre que somete a una mujer y como ella lo ve como un animal, es gracioso el modo en el que interfiere la segunda esposa pues viene a corregir la actitud del hombre, cómo lo maneja y lo vuelve un hombre manso, por extraño que parezca suele suceder en la actualidad.
ResponderEliminarPor otro lado, la narradora es la primera esposa quien desde sus ojos observa los cambios en su exesposo y cómo ha dejado de ser él mismo al punto de imaginárselo pidiendo permiso para interactuar con su mujer.